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No sé en qué momento, pero mi hermana desapareció después de estar hablando e insinuando cosas acerca de la fidelidad dentro del matrimonio, lo cual no entendí pues sé quién es mi futuro esposo y confío en Carlo, en que nunca haría nada para dañar nuestro matrimonio y mucho menos nuestro amor.
Lía es un caso especial pues la verdad nunca nos hemos llevado de la mejor manera, al ser mayor que yo ha vivido muchas cosas primero haciendo que ella tenga una manera de ver todo muy diferente a la mía, nunca coincidimos más que en alguna que otra fiesta entre algunas amigas en común, esto sucede por haber crecido en círculos sociales muy parecidos.
Me siento ansiosa, mientras Maya termina de apretar un par de cierres del vestido yo me miro en el espejo sintiéndome como toda una princesa de cuentos, así lo soñé y así está sucediendo, recibí el arreglo de flores que llevaré mientras camino rumbo al altar, este me lo entrega mi madre quien se ha mostrado tan feliz como yo, esta mañana me llevó el desayuno a la cama diciendo que es una forma de despedirme pues mañana amaneceré en brazos de mi esposo en nuestra casa de Cerdeña.
Carlo es un importante economista quien se ha hecho a sí mismo tras quedar huérfano pues sus padres murieron en un accidente automovilístico hace casi 12 años, tuvo que hacerse cargo de Sara, su hermana menor quien lo adora, a veces envidio esa manera en que se llevan pues, aunque lo intento no me llevo del todo bien con Lia teniendo ciertos sentimientos encontrados con todo esto.
Mi prometido siempre me ha apoyado, es evidente que él y Lia no se llevan bien en algunas ocasiones y no lo entiendo, ellos dos se mueven en el mismo círculo de amistades y pienso que las cosas deberían ser distintas al tener todo eso en común, pero no es así y siempre que coinciden parecen un par de enemigos y no los cuñados que serán o más bien que ya son.
Un rato después todo está listo, mi padre apareció diciéndome que tuvo que resolver algún asunto, pero ahora lo veo en su traje y me guía por la salida de la casa hasta el carro que se organizó para llevarnos a la iglesia, me despido de Maya, mi mejor amiga y dama de honor, de Sara mi cuñada y de mi madre, pero Lia sigue sin aparecer y el fondo deseaba que lo hiciera pues es un día muy especial y lo quería compartir con ella sin importar nuestras diferencias.
Un rato después hemos llegado a la iglesia, pero no entiendo por qué el carro sigue moviéndose y finalmente con determinación decido bajarme sin que mi padre pueda detenerme, tomó por sorpresa a los invitados y entre ellos está Bruno, debo confesar que él fue mi primer novio y que me lo pensé pero, después hablarlo con Carlo, ya que lo que menos quería era hacerle pasar un mal rato el día de nuestro matrimonio me dijo que podía invitarlo, además él es como un hermano para mí, ya que nunca sucedió nada sexual entre nosotros y nuestra relación fue producto de la insistencia de las dos familias.
Bruno me mira con gesto indescifrable y el resto de los invitados murmuran, finalmente van entrando a la iglesia, me acerco con cautela a Bruno mientras llevo con las manos la falda del vestido pues me incomoda un poco para caminar, le preguntó, sé que él nunca me engañaría ya que si terminamos no fue por falta de amor, fue porque se fue a estudiar a Estados Unidos y una relación a distancia no era lo más conveniente para ninguno.
-Bruno -. Suspiró y él me mira mientras observa tras de mí a mi padre -. Bruno, dime, ¿sabes qué está sucediendo? -lo tomo de la mano y él niega -¿seguro? -evita decir nada y yo voy rumbo al altar, empieza a sonar la marcha nupcial, pero no está Carlo -¿en dónde está Carlo? -le preguntó a su hermana -Dios, ¿alguien sabe algo? -, me pongo tan nerviosa que no noto a nadie más -papá, papi, ¿y si le pasó algo?, ¿y si hubo algún accidente? -para este punto muevo mis manos con desespero.
-Cálmate hija, cálmate -me toma del brazo -tal vez está en algún embotellamiento, ya sabes cómo es el tráfico de esta ciudad.
Estoy tan nerviosa que el tiempo se me pasa lento, los invitados empiezan a murmurar y yo me siento pésimo, siento deseos de llorar, pero me contengo, no quiero algo así el día de mi matrimonio, mis padres me miran con una mezcla de pesar y como sí supieran algo, aparece Marco el mejor amigo de Carlo y en completo silencio me entrega una carta.
Él sacerdote no deja de presionar diciendo que en poco tiempo debe celebrar una boda, parece decirme que la mía no se llevará a cabo pues miro el reloj y llevo casi cincuenta minutos así.
Marco desaparece y con manos temblorosas miro la carta y comienzo a leer con el corazón acelerado:
"Lo siento Paulina, no me puedo casar contigo" - Carlo.
Maldigo sin dejar de leer una y otra vez, intenté buscar algún error, pero nada, finalmente me quitó el velo de novia, salgo en busca de Bruno quien me sigue, le indico que me lleve a cierto lugar, pero no sin antes hacerles saber a mis invitados sintiéndome humillada que la boda no se llevará a cabo; me miran con lastima y no dejan de murmurar mientras salen de la iglesia tras de mí.
Me subo al carro de Bruno quien me lleva al piso de Carlo, pienso en lo que quiero hacerle por hacerme quedar en ridículo, quiero venganza, pero no puedo yo lo amo y me duele lo que está haciendo, a pesar de todo solo quiero saber sí está bien.
Al llegar siento el corazón en la mano, él portero me deja entrar pues me conoce, decido abrir con mi llave y lo que me encuentro me deja de piedra, Carlo está con Lía y hay un juez quien termina de declararlos marido y mujer, me llevo las manos a la boca y Carlo quien no se ha percatado de mi presencia se encoge de hombros cuando Lia lo besa emocionada acariciando su vientre, Bruno me hace un gesto para que los deje, pero soy incapaz.
-Así que no fuiste a nuestro matrimonio porque planeabas el tuyo con esta -voltean y Carlo palidece mientras Lia sonríe descaradamente colocando su mano sobre el brazo de él mostrando su anillo de matrimonio -vaya Carlo, solo dime una cosa -me limpio las lágrimas que van cayendo por mi rostro -¿hace cuánto te acuestas con mi hermana?, perdón con tu - hago un gesto con las manos -con tu esposa.
-Pau -aclara su voz -Paulina eso...