Capítulo 4 Sensaciones

-Eres la única persona en quien yo puedo confiar, por favor no me defraudes - Bruno asiente abrazándome - podrías ir al despacho que está allá - señaló donde - mientras voy por mis cosas arriba, pero antes ayudame con botones - mientras lo hace siento sus manos frías intentando esquivar mi piel, me ayuda y luego susurra:

-Preciosa voy a traerte lo que me pediste, sí me necesitas solo echame un grito y estaré a tu lado enseguida - asiento y le sonrío.

Al entrar a nuestra habitación veo la foto que nos hicimos el día que nos comprometimos y la tiró al suelo haciendo que estalle en mil pedazos, voy al que sería mi closet y saco algo de ropa dejando el vestido en el suelo, me pongo ropa cómoda y sacó las maletas mientras guardo algunas cosas que tenía aquí, odio ver la bonita decoración que había hecho para él, para nosotros y sin más salgo de allí tomando mis cosas y mi bolso con mi documentación.

-Acá está lo que me pediste, déjame ayudarte a llevar tus cosas al carro mientras escribes, no tardó.

-Yo tampoco - le guiño un ojo.

Con el corazón en la mano tomó la pluma y el papel, jugueteó nerviosamente buscando las palabras precisas para Carlo pues ahora soy yo quien debe hacer algo para remediar esta situación si es que así se le puede decir.

"Carlo,

He dejado los regalos donde habíamos acordado, por favor entrégalos y en cuanto a esta casa: es tuya, tú sabrás qué uso le quieres dar." - Paulina Portinari.

Sin más dejo la nota sobre la mesa de centro de la sala, dejó las llaves y los últimos pedazos de mi corazón destruido cerrando la puerta para unirme a Bruno, me subo en el carro intentando sonreírle pues no quiero que me vea mal, es evidente que llorare y mucho pero pienso hacerlo a solas pues lo ideal sería que nunca hubiera pasado esta cruel pesadilla que fue mi relación, bueno la terminación de ella pues de cierta manera no todo fue malo a mi ver y en ver lo amo, no digo que ese amor se hubiera esfumado pues no es verdad pero debo resignarme a verlo como mi cuñado, y tal vez en unos meses como el padre del hijo de Lia y no de los mios.

-Todo estará bien, preciosa - besó mi frente y yo lo abrazo deseando recargar mis energías con su presencia. El auto arranca y con él espero que lo hagan mis sentimientos.

Fin narración Paulina.

Veinticuatro horas antes del matrimonio:

Para Carlo las cosas parecen no ir de la mejor forma, se supone que su despedida de soltero sería con unos cuantos amigos cercanos entre ellos Marco, su fiel e incondicional escudero como él le llama quien siempre ha estado en su vida de una forma en que no sabe cómo describir.

-¿Sigues sin recordar qué fue lo que pasó con Lia la noche en que "terminaste sin terminar" con Pau? - inquiere viendo la preocupación de su mejor amigo - sabes que a mi Lia siempre me ha parecido una arpía y solo esperaba el momento indicado para atacar.

-Yo sé, desde que empecé a mostrar mi interés en Paulina ella no dejo de insinuarse y yo honestamente no la creía capaz de nada más - susurra viendo aquel líquido que espera le ayude a hacer funcionar su cerebro - amo a mi mujer porqué para mi Paulina es eso, Pau es la mujer que más he amado en mi vida y la única con quien quiero estar el resto de ella; - su amigo asiente - recuerdo que tras salir de la casa de los padres de Pau me fui a un bar por qué quería beber hasta perder el conocimiento, lo sé pésima idea pero es que solo pensar en ponerle fin a mi relación con ella me ponía muy mal, aún me pone mal.

-¿Y qué más? - le anima a continuar.

-Sabes que Lia y yo al ser de la misma edad nos movemos en círculos sociales parecidos - Marco asiente - bueno pues esa mujer estaba en la misma discoteca a la que fui, no sé como pero sabia de mi ruptura con Pau y dijo que haría todo para ayudarme, no le creí pero no tenía nada que perder y sí mucho por ganar, acepte su "ayuda", recuerdo que tras un par de whiskies fui al baño y al volver me insistió en tomar el último pues ella me acompañaría para hablar con Pau.

-¿Y? - inquiere una vez más tras haber escuchado la historia muchas veces antes pues es el único tema que predomina entre ellos dos desde hace casi un mes.

-Ya sabes el resto, me desperté con Lia desnuda en mi cama diciendo que nos habíamos revolcado y que yo era su primer hombre - bufa - patrañas, a su edad y con ese historial dudo que hubiera sido verdad pero ni como cuestionarla.

-Yo sé, sigo pensando que debes hablar con Paulina antes de casarte. Sé que es duro pero debes hacerlo, la bruja puede decirle las cosas como no es, además están juntas. Se supone que van a hacer todo para la despedida de soltera de Paulina.

-Yo sé que ellas dos juntas no es bueno, pero son hermanas y no podía simplemente decirle a Paulina que no la quiero cerca de su hermana porque no recuerdo si me acosté o no con ella, pero siento que...

-Paulina es una mujer muy dulce, tal vez se enoja pero...

-Va a cancelar el matrimonio y sí se lo digo después de casarnos y consumarlo no va a poder hacerlo, es más - da un nuevo sorbo a su trago - podría jurar que Pau ya está esperando un hijo y eso hará que nunca me pueda dejar.

-Si tu lo dices.

-Por eso organicé todo para ser yo quien lleve todo el proceso de las nuevas fusiones con empresas americanas, quiero que nos vayamos una larga temporada. Ya luego veré como le digo lo que sucedió sin tener que lastimarla.

-Es peligroso - Carlo asiente - yo intentaré seguir buscando información de lo qué pasó esa noche hace cuatro semanas.

Carlo decidido a hacer todo para que su matrimonio funcione y sea como él y Paulina planearon decide tener un bonito detalle con la joven, decide ir a buscarla para llevarla a pasar su última noche como novios antes de ser esposos a su yate, al hacerlo se topa con que aún no han llegado de la despedida de soltera y decide esperarla en las sombras, sin esperarlo aparece Lia quien no pierde oportunidad para chantajearlo una vez más con decirle a Paulina sobre aquella noche.

-Ya te dije que dejes de hacerlo, no voy a ceder a tus chantajes e insinuaciones - se altera tomándola del brazo - deja de decir sandeces.

-Este hijo que espero no es una sandes - se defiende verlo palidecer mientras la suelta - sí Carlo estoy esperando un hijo tuyo, no estoy bromeando y sí no me crees vamos al doctor y veras que lo estoy.

-Estás loca - le grita - si lo estuvieras ese niño no es mío, nada ni nadie me lo garantiza - declara diciendo algún improperio - no seas mentirosa.

-¿Es eso verdad? - inquiere una voz que ambos conocen.

-Por supuesto que es cierto - responde Lia sonriéndole a su progenitor - Carlo se aprovechó de mi - finge tristeza y dolor - estoy embarazada, tengo cuatro semanas y exigo que Carlo me responda, creo que Paulina no merece esto y menos mi hijo. Mi hijo no debe ser un bastardo, no habrá mayor daño ya que estoy segura de qué Paulina no espera un hijo, la muy tonta cree que será después de casarse.

-Deja de hablar así de tu hermana - le reprocha - en cuanto a lo del embarazo de ser así exijo que le respondas a Lia o de lo contrario yo mismo se lo diré todo a Paulina.

-Pero ¿y el matrimonio? - Lia se cruza de brazos - ¿por qué protege tanto a Lia cuando Paulina es la única que siempre está en lo bueno y en lo malo? - inquiere de muy mal humor.

A Lia le comienza a doler el vientre, tanto Gonzalo como Carlo se alarman y tras unos segundos sin saber que hacer la llevan al hospital en donde les confirman el embarazo de Lia y el tiempo de gestación, Carlo se lleva la mano a la cabeza sin dejar de maldecir su suerte, no puede creer que faltando tan poco para conseguir cumplir su sueño de casarse con la mujer de su vida todo se vaya a la basura pues aunque no le guste admitirlo Gonzalo tiene razón y sí es su hijo el niño no debería ser un hijo ilegítimo, mira su celular con un mensaje de su prometida:

"Mi amor, no dejo de contar las horas para ser tu esposa por fin, esta fiesta de despedida no tiene sentido pues siento que no estoy perdiendo nada y si estoy ganando mucho al casarme contigo, te amo mi amor".

Lee el mensaje sintiéndose el peor de los hombres y toma la decisión de hablar con Paulina a primera hora del día y que sea ella quien decida lo que quiere hacer sobre su matrimonio, mira su reloj y ya son casi las seis de la mañana y aún no tiene noticias de Lia y de su hijo, Gonzalo le lleva un café mientras se sienta a su lado para tener por fin una conversación con el carácter que merece el que Carlo se hubiera acostado con Lia dando como resultado un embarazo no deseado y esté comprometido con Paulina.

-Realmente me siento decepcionado - comienza el mayor - hace unos meses fuiste a mi casa diciendo que amabas tanto a Paulina que lo qué más deseabas era casarte con ella y tener una bonita familia y mira cómo ha resultado - Carlo traga saliva bajando la cabeza y viendo el café - no te voy a juzgar pero esto no tiene nombre y me siento indignado.

            
            

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